El 96% de la pechuga de Lidl Baleares proviene de pollos con anomalías
El Observatorio de Bienestar Animal denuncia el uso de razas de pollo de crecimiento rápido
Redacción | Mallorca, 26 de Noviembre de 2024 | 11:33h

El Observatorio de Bienestar Animal (OBA), alerta de que el 96% de la pechuga de pollo a la venta en los supermercados Lidl baleares podría provenir de pollos afectados por la patología de estrías blancas. El informe presentado hoy se basa en los resultados de analizar más de 6.000 bandejas de pollo de 321 establecimientos de todas las comunidades autónomas, de las cuales más de 240 se han tomado en Baleares. Esta miopatía muscular está vinculada al uso de razas seleccionadas genéticamente, para que los pollos crezcan más rápido en la ganadería industrial. OBA ha comunicado el caso ante los Ministerios de Consumo, Asuntos Sociales y Agenda 2030, y de Agricultura, Pesca y Alimentación.
El informe, que sale a la luz hoy gracias al Observatorio de Bienestar Animal, analiza la presencia de la miopatía muscular de estrías blancas en productos de pollo de establecimientos Lidl. En concreto, la entidad ha analizado 6.097 productos provenientes de 321 tiendas repartidas en las 17 comunidades autónomas, lo que supone el 48% del total de supermercados de los que la cadena de origen alemán dispone en España. Se realizó una fotografía por producto, y estas fueron revisadas posteriormente por dos personas veterinarias, asignando una puntuación en una escala de 0 a 3 según la incidencia visible de los signos de la enfermedad en la carne. Dos de cada tres productos presentaron incidencia significativa o grave (puntuaciones 2 y 3). A la luz de los resultados, se concluye que más de un 20,4% de la pechuga proviene de pollos con signos graves de esta patología.
Las 17 comunidades autónomas presentan patrones similares de estriado blanco. En el caso de las Islas Baleares, se analizaron muestras procedentes de un total de 12 tiendas. En un 95,8% de dichas muestras se encontró presencia de estrías blancas, dos puntos por debajo de la media nacional (97,9%). Además, 64,70% de estos productos de pollo se corresponden con las dos puntuaciones más altas y podrían tener patologías severas.
Las estrías blancas son una miopatía muscular asociada al crecimiento anormalmente rápido de los pollos. La enfermedad puede identificarse fácilmente por las finas rayas blancas que atraviesan la pechuga del pollo. Esta condición implica la acumulación de depósitos de grasa en los músculos pectorales, y es una forma de necrosis afectada por el rápido crecimiento. La afección se encuentra en la parte externa del músculo pectoral mayor y se distingue por estrías blancas paralelas a las fibras musculares. Estas estrías son tejido adiposo graso que se desarrolla debido a la continua descomposición y reconstrucción del músculo causada por su rápido crecimiento. La selección genética a la que se ha sometido a estos pollos implica un crecimiento cuatro veces más rápido que a mediados del S.XX, causando deformidades y graves problemas de bienestar animal en las aves, como dificultad respiratoria y paros cardiacos. Su crecimiento es tan rápido y antinatural que equivaldría a que un bebé humano alcanzara los 300 kilos en sus dos primeros meses de vida.
Existen estudios que indican que las estrías blancas afectan al 63-78% de los pollos de las razas de crecimiento rápido. Sin embargo, solo en torno al 9% de los pollos de crecimiento lento padecen esta enfermedad. Es por ello que la ONG exige a Lidl su adhesión al Compromiso Europeo del Pollo, un acuerdo voluntario de mínimos apoyado internacionalmente por 40 organizaciones de protección animal y conformado por criterios como la transición a razas de crecimiento lento o la disminución de la densidad de aves en las macrogranjas.
Según Miriam Martínez, mánager de bienestar animal en OBA: “La venta de pollos de crecimiento rápido o macropollos es un escándalo para los consumidores y consumidoras, altamente concienciados con el bienestar animal y que demandan productos de calidad. Los principales supermercados en España ya se han comprometido a poner fin al uso de estos pollos en su cadena de suministro, pero Lidl continúa sin ninguna política al respecto. La inacción de Lidl hace que, de acuerdo a los indicios, sus clientes compren pollo afectado sin saberlo”.
El Observatorio de Bienestar Animal ha denunciado esta situación mediante un escrito, presentado ante los Ministerios de Consumo, Asuntos Sociales y Agenda 2030, y de Agricultura, Pesca y Alimentación. Solicitan una investigación sobre la calidad y composición nutricional en la carne de ave - principalmente pechuga de pollo - de marca propia comercializada por Lidl España.
Por su parte, Lidl ha querido pronunciarse y ha asegurado que la cadena de supermercados "realiza controles rigurosos en toda su cadena de suministro, incluyendo a sus proveedores, que están certificados por organismos internacionales". En cuanto a las estrías blancas de la carne de pollo, aclaran que "son comunes en los pollos vendidos en España y no afectan al valor nutricional ni a la seguridad alimentaria del producto".
Además, añaden que "no es la primera vez que esta organización lanza una acusación contra Lidl a través de los medios de comunicación y sin contrastar su información previamente con nosotros" y que "utiliza de forma gratuita la seguridad alimentaria como factor reclamo para presionar a las empresas a que cumplan sus exigencias".