Historia de Mallorca | Así tomó Jaume I Madina Mayurqa un día como hoy hace 795 años
El 31 de diciembre de 1229, Jaume I tomó la actual Palma tras meses de asedio, dando inicio a una transformación histórica para la isla
Penélope O Álvarez | Mallorca, 31 de Diciembre de 2024 | 11:23h

El 31 de diciembre de 1229, el rey Jaume I d'Aragó, conocido como El Conqueridor, tomó la ciudad de Madîna Mayûrqa (actual Palma), que estaba bajo dominio musulmán desde el año 903. Este hecho marcó el inicio de una nueva era política, social y religiosa para la Mallorca y es el motivo por el que cada año, en esta fecha, se celebra la Festa de l’Estendard, una de las tradiciones más antiguas de Europa.
EL DESEMBARCO Y LAS PRIMERAS BATALLAS
La campaña de Jaume I para la conquista de Mallorca comenzó el 10 de septiembre de 1229 con el desembarco de las tropas cristianas en la costa de Santa Ponsa, en el actual municipio de Calvià. Inicialmente, el desembarco estaba planificado para realizarse en la bahía de Pollença, pero los fuertes vientos obligaron a un cambio de estrategia.
Dos días después, el 12 de septiembre, se libró la batalla de Portopí, donde las fuerzas cristianas, aunque victoriosas, sufrieron bajas importantes, incluyendo a figuras clave como Guillem II de Bearn y su sobrino Ramón. A pesar de estas pérdidas, las tropas avanzaron hacia Madîna Mayûrqa, iniciando un asedio que duró varios meses.
LA CONQUISTA Y RESISTENCIA MUSULMANA
El sitio culminó el 31 de diciembre de 1229, cuando las tropas de Jaume I lograron entrar en la ciudad tras intensos combates y bombardeos. Sin embargo, la resistencia musulmana continuó en las montañas de la isla durante dos años más, hasta que la conquista fue completada en 1231.
CONSECUENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES
La toma de Mallorca tuvo importantes implicaciones para la isla. El territorio fue dividido en dos partes: la medietas regis (propiedad del rey) y la medietas magnatis (propiedad de los nobles que participaron en la conquista). Madîna Mayûrqa fue renombrada como Ciutat de Mallorca, convirtiéndose en el núcleo político, económico y religioso de la isla.
El sistema administrativo de la isla se reorganizó siguiendo los modelos de la Corona de Aragón, estableciendo estructuras municipales y judiciales que garantizaron la cohesión de Mallorca con el resto de los territorios aragoneses.
UNA NUEVA ERA PARA MALLORCA
La Festa de l’Estendard honra la victoria de las tropas cristianas y la instauración del Reino de Mallorca. El estandarte que da nombre a esta fiesta es un símbolo del reino y representa la conquista y transformación que experimentó la isla.
Durante el reinado de Jaume I, la isla experimentó una profunda transformación. Se promovió la presencia de órdenes religiosas, como los templarios y los hospitalarios, que jugaron un papel clave en la consolidación del cristianismo. Además, la fundación de la Orden de la Merced contribuyó a tareas de evangelización y caridad en Mallorca.
La conquista también posicionó a Mallorca como un punto estratégico del comercio mediterráneo, favoreciendo su desarrollo económico e integración en las rutas comerciales de la Corona de Aragón.
El legado de Jaume I en Mallorca va más allá de la conquista militar. Su gobierno estableció las bases de un sistema político, económico y religioso que perduró durante siglos, marcando el inicio de la integración de la isla en el entorno cristiano y mediterráneo. La Festa de l’Estendard, cada 31 de diciembre, recuerda no solo la victoria militar, sino también el comienzo de una nueva etapa para Mallorca y su gente.