El IMAS reconoce múltiples negligencias en la residencia DomusVi Can Carbonell de Marratxí

La residencia para personas mayores DomusVi Can Carbonell, en Marratxí, vuelve a estar bajo el punto de mira. Tras varias denuncias de algunos familiares de usuarios, el Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) ha emitido recientemente un informe, en el que se reconocen múltiples deficiencias y negligencias por parte de los trabajadores del centro. Los allegados reclaman a la institución que se tomen medidas efectivas y urgentes para garantizar el bienestar de los internos.

El verano pasado decenas de familiares ya realizaron una protesta pacífica frente a las puertas del centro para hacer públicas las numerosas negligencias que venían denunciando desde hacía meses ante la Guardia Civil y el IMAS. La supuesta dejadez en los cuidados de los mayores saltó a la palestra mediática también al conocerse el caso de una de las usuarias, una anciana de 84 años con Alzheimer. Su nieta expuso a Crónica Balear que su abuela presentaba a menudo numerosos golpes alrededor del cuerpo y que, pese a tener recetada dieta de masticación fácil por disfagia, criticaba: “Un día decidí darle de comer y le trajeron una ensalada de pasta de primero y pollo a tiras con arroz de segundo. Se podría haber atragantado. Desde la residencia explicaron que le retiraron el espesante que tenía pautado tras supuestamente realizarle una prueba de disfagia sin avisar a la familia ni a la tutora.

UNA "SITUACIÓN INSOSTENIBLE"

Ante las recurrentes denuncias al centro, y al tratarse de una residencia de gestión público-privada, trabajadores del IMAS realizaron tres inspecciones en los últimos meses de 2024. La institución emitió hace unas semanas un informe oficial a través del que constata múltiples negligencias, mala gestión y mala praxis entre los empleados. Entre diversas cuestiones, destacan, según se indica en el informe -al que ha podido acceder Crónica Balear-, errores en la administración de la medicación y la "ausencia recurrente del personal de enfermería en turnos de tarde y noche", lo que "comporta que los auxiliares asuman competencias que no les corresponden". Esto, recoge el texto, impide a los usuarios recibir "una atención sanitaria adecuada", en relación a la gestión de las curas, la aplicación de tratamientos médicos o la valoración en los cambios de salud de los internos. 

Además de las negligencias sanitarias, el informe también constata importantes dejadeces en la atención asistencial, tales como que "19 usuarios comen en las mismas butacas en las que permanecen sentados todo el día, sin mesa". A ello se le suma el descuido en la atención nutricional (no se preparan dietas específicas indicadas para algunos residentes), que llega a derivar hasta en situaciones de deshidratación: "El volumen de agua proporcionada a través de gelatinas es de solo 100ml por comida es insuficiente", subraya el documento.

Pese a que el documento emitido por el IMAS tras las inspecciones a la residencia DomusVi Can Carbonell concluye que la situación constatada en el centro infringe la ley de Servicios Sociales de Baleares, familiares de los usuarios afectados critican que siguen a la espera de que se decreten medidas para garantizar el bienestar y el cuidado básico de sus allegados, ante una situación que tildan de "insostenible". Por su parte, el IMAS recalca que el procedimiento "aún no ha finalizado" y que continuarán con las actuaciones pertinentes.