Ordenan la retirada inmediata de la lancha subida en la terraza de un tercer piso
EFE | Mallorca, 31 de Enero de 2023 | 17:34h

El vecino de un edificio de viviendas de es Castell, en Menorca, que optó por guardar su lancha de seis metros de eslora en la terraza de su piso ubicado en una tercera planta, tiene 24 horas para retirar de manera inmediata la embarcación por motivos de seguridad.
Según imágenes divulgadas por las redes sociales, el propietario de esta embarcación, que emplea cuando el estado de la mar lo permite, precisó de una grúa para subirla y colocarla en el espacio del que dispone.
El hombre tiene un plazo de 24 horas para retirar la embarcación por motivos de seguridad, como han determinado este martes técnicos del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Es Castell tras realizar diferentes informes y analizar la situación.
La alcaldesa de Es Castell, Joana Escandell, confía que el vecino retire por su cuenta la embarcación que permanece en la terraza.
"Esperamos que cumpla con el plazo de 24 horas que se le ha dado, ya que en caso contrario deberá ser el ayuntamiento quien actúe de oficio y traslade el coste de la operación al vecino", ha precisado.
Además de la peligrosidad que supone en materia de seguridad, desde el Consistorio han explicado que no se registró ningún permiso de ocupación pública para proceder mediante un camión-grúa a la elevación de la lancha. También han recordado que una terraza de una vivienda no dispone de uso industrial ni náutico.
La lancha se encuentra en una terraza a diez metros de altura.
El propietario decidió llevar a cabo el invernaje de la barca, de unos 6 metros de eslora, con el fin de ahorrarse los 70 euros mensuales de coste de una cochera, así como poder realizar las reparaciones desde su domicilio.
FUNCIONARIOS DE LA PRISIÓN DE PALMA DEJAN TAMBIÉN SU LANCHA EN EL PARKING
Tal y como publicó Crónica Balear, el parking interior de funcionarios de la cárcel de Palma ofrece una imagen inusual: algunas de las plazas reservadas a los coches de los trabajadores de la prisión se encuentran ocupadas por lanchas de su propiedad. La llamativa escena no pasa desapercibida, tras las alambradas, desde la carretera de Sóller.
Fuentes de Instituciones Penitenciarias señalaron a este medio que el "atraque" de las barcas en el parking del centro penitenciario de Palma cuenta con la autorización de su director, siempre, eso sí, que no impidan ni dificulten el aparcamiento de los coches del resto de funcionarios.