Alemania emite una orden de detención contra un ucraniano por el sabotaje del Nordstream
Las sospechas de sabotaje siempre rodearon las explosiones en el NordStream
EFE | Mallorca, 14 de Agosto de 2024 | 15:42h

Alemania ha emitido una orden de detención contra un ciudadano ucraniano residente en Polonia, vinculado con el sabotaje ocurrido en 2022 contra el gasoducto NordStream, que transportaba gas desde Rusia a Alemania a través del Báltico. La información ha sido revelada por una investigación conjunta de la cadena de televisión pública ARD, el periódico Süddeutsche Zeitung y el semanario Die Zeit.
DETALLES DE LA INVESTIGACIÓN
Según la investigación, el individuo contra el que se ha emitido la orden de detención es un instructor de buceo identificado como "Vladímir S.". Sin embargo, Polonia no ha ejecutado la orden, aunque Varsovia y Berlín están en conversaciones sobre el futuro del sospechoso.
La investigación apunta a la autoría ucraniana del sabotaje, que consistió en explosiones submarinas que ocurrieron el 26 de septiembre de 2022, dañando el gasoducto y provocando fugas de gas.
IMPLICADOS EN EL SABOTAJE
Además de "Vladímir S.", otros dos ciudadanos ucranianos, identificados como "Ewgen U." y su esposa Svetlana, responsables de una escuela de buceo, son presuntos implicados en el sabotaje.
"Vladímir S." ha sido señalado como uno de los ocupantes de un vehículo blanco Citroën, que fue registrado por las autoridades alemanas cerca de la isla de Rügen (norte) la noche del 8 de septiembre de 2022. Se sospecha que podría haber acompañado a las personas que utilizaron un yate llamado "Andrómeda", en el que los investigadores encontraron rastros de explosivos y que presuntamente también participó en la operación.
NEGACIÓN DEL SOSPECHOSO Y CONTEXTO DEL SABOTAJE
Según Die Zeit, "Vladímir S." ha negado cualquier participación en el ataque contra el NordStream.
Las sospechas de sabotaje siempre rodearon las explosiones en el NordStream, que resultaron en tres fugas en las tuberías de los gasoductos 1 y 2, lo que llevó a las autoridades danesas y suecas a activar la emergencia energética. Sin embargo, las investigaciones posteriores no han concretado la responsabilidad de los hechos.