Los patrones de pateras en Baleares, empujados a confesarse culpables pese a enfrentarse a pruebas endebles
Los acusados se enfrentan penas severas y a menudo se ven obligados a aceptar culpabilidad debido a la falta de pruebas sólidas
Redacción | Mallorca, 18 de Abril de 2025 | 10:34h

Los supuestos patrones de pateras que son llevados a juicio en Baleares se enfrentan a pruebas de cargo "endebles" y, pese a ello, muchas veces se ven empujados a confesarse culpables a cambio de ser condenados a penas mínimas que no impliquen su ingreso en prisión.
Es una de las conclusiones a las que ha llegado el abogado canario Daniel Arencibia después de analizar una cincuentena de sentencias de la Audiencia de Palma sobre el artículo 318 bis del Código Penal, es decir, el delito de favorecimiento de la inmigración ilegal.
Los datos extraídos de todas ellas forman parte de una amplia base de datos en la que también constan resoluciones judiciales de Canarias, Murcia, Almería, Cádiz, Ceuta y Melilla, y que arrojan algo de luz sobre un asunto acerca del que no existe mucha más información disponible.
En Baleares, desde 2022 el abogado ha estudiado 52 fallos judiciales --buena parte publicados por el CGPJ-- que, de alguna manera, tratan de determinar si 63 acusados fueron responsables del viaje en patera de 799 personas o si por el contrario eran un migrante más.
Cuando el perfil de los procesados se ajusta al segundo supuesto --el primero es minoritario: una docena de los conocidos como "taxistas" en los últimos años--, las pruebas que la Fiscalía suele presentar, explica Arencibia, son muchas veces "endebles".
Se basan principalmente en las declaraciones de testigos protegidos que no cuentan con una corroboración objetiva --confirmadas por otras pruebas-- y un atestado policial basado en lo que el resto de pasajeros de la patera contaron a los agentes.
Pese a ello, los fiscales solicitan unas penas de prisión que para el abogado son "un disparate". En Baleares, en cerca del 75% de los casos que llegaron a juicio los acusados se enfrentaban a condenas de entre cinco y seis años de privación de libertad.
Si a eso se le suma una "mala asistencia jurídica", los supuestos patrones de pateras se ven forzados a elegir entre "susto" --una condena por conformidad-- o "muerte" --un juicio en el que pueden acabar condenados a muchos años de prisión--, subraya Arencibia.
De confesarse culpables y alcanzar un acuerdo para evitar el juicio, lo más probable (56%) es que se les imponga una pena de dos años de cárcel. Eso normalmente implica que no tengan que ingresar en prisión, así que lo habitual (62%) es que elijan "susto" aunque estén convencidos de que no haber cometido delito alguno.
Todo ello con el agravado de que la suspensión de la ejecución de la pena --que se otorgó a 26 de los 53 condenados-- suele ir acompañada del requisito de abandonar el archipiélago. Aunque no fuera así, expone el letrado, los antecedentes penales que les quedarían les impedirían iniciar un proceso de regularización, abocándoles a la marginalidad.
La letrada Cristina Molina ejerce en Ibiza y ha defendido a una decena de supuestos patrones durante los últimos años, casi todos jóvenes argelinos cuyo objetivo no era quedarse en Baleares sino seguir hasta países como Francia y reencontrarse con sus allegados.
LAS PENAS QUE SOLICITA LA FISCALÍA SON "UNA BRUTALIDAD"
Coincide en que las penas que solicita la Fiscalía --en los casos que ha llevado, de entre seis y siete años-- son "una brutalidad", más si se tiene en cuenta la escasa contundencia de las pruebas en contra de los acusados.
Además, asegura que en base a su experiencia los fiscales no suelen estar abiertos a pactar conformidades por menos de cuatro años de prisión. "Es una barbaridad que se pueda condenar a una persona solamente con la declaración de otra", sostiene.
Pese a todo, la justicia balear es una de las menos severas contra los supuestos patrones. En Canarias, donde la mayoría de los acusados también dicen ser simples migrantes, buena parte de las penas con conformidad son de tres años o superiores, mientras que si no llegan a un acuerdo pueden llegar a enfrentarse a entre siete u ocho años.
"Puedes ir en una patera con ocho muertos que te van a pedir dos o tres años por homicidio imprudente, pero por traer la patera te piden ocho. Es decir, piden más por traer gente viva que por traer gente muerta", reflexiona Arencibia.
UN TOQUE DE ATENCIÓN DE LA ONU
Ambos abogados lamentan que esta misma contundencia no se aplique contra las verdaderas estructuras criminales detrás del tráfico de migrantes, para lo que hacen referencia a un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito de julio de 2022.
El documento reprocha que muchas de las investigaciones y acusaciones se enfoquen en unos patrones que "rara vez forman parte de organizaciones criminales transnacionales" y no apunten a las mafias "que organizan el tráfico de migrantes y sacan provecho".
"En Baleares no lo han dicho, todavía, pero en Canarias dicen que se ha abandonado la persecución de las organizaciones criminales y se está metiendo en la cárcel a personas que no son las responsables sino víctimas forzadas", incide Arencibia.
Las autoridades, ahonda Molina, creían que deteniendo a los supuestos patrones --un centenar en Baleares, según datos del Ministerio del Interior recopilados en la base de datos-- lograrían frenar los flujos migratorios, algo que a todas luces no ha sucedido.
Es habitual que a lo largo de los procesos judiciales, concuerdan los juristas, salgan nombres, teléfonos y fotografías de los verdaderos responsables, pero rara vez se les investiga.
"Dejan pasar esos datos cuando son el único vínculo que tienen con la verdadera organización criminal. Se está metiendo en la cárcel a cualquier pobre pescador que pasaba por ahí", sentencia Arencibia.
NEGRO SOBRE BLANCO
La aparente falta de correlación entre unas peticiones de pena elevadas y unas pruebas insuficientes para desvirtuar la presunción de inocencia no solo se pone de relieve en la base de datos, sino que también ha quedado plasmada negro sobre blanco en varias sentencias.
Una de las primeras con las que recuerda haberse encontrado el letrado canario fue redactada en enero de 2024 por la Audiencia de Palma. Dos jóvenes argelinos se enfrentaban a cinco años de cárcel por supuestamente formar parte de la mafia que les llevó junto a 15 migrantes más hasta Cabrera en una patera, algo que negaron en el juicio.
Según expone el fallo, las declaraciones de los dos testigos presentados por la Fiscalía carecen de corroboración y los procesados difícilmente podrían defenderse de ellos "porque ni siquiera saben quiénes son los que les acusan".
"Podría ser que uno de los testigos sea el patrón de la embarcación y lo haya hecho para evitar su enjuiciamiento. De ser así, los acusados ni siquiera podrían haberlo alegado al desconocer su identidad", plantea el magistrado. Los dos jóvenes resultaron absueltos.
EL "ÁNIMO ESPURIO"
La misma línea siguió otra magistrada de la Audiencia de Palma frente a la que en febrero se sentaron dos veinteañeros argelinos llegados a Formentera. Dijeron que, como todos, habían pagado 2.000 euros por el viaje y se habían puesto al timón de la patera solo de forma puntual.
La Fiscalía aportó el testimonio de dos testigos, la declaración de dos policías nacionales y una serie de vídeos en los que se observaba a los dos jóvenes --defendidos por Molina-- patroneando la embarcación poco antes de tocar tierra.
La magistrada ya expuso algunas de las flaquezas de la acusación durante el juicio, algo que acabó plasmando en una sentencia en la que habla del posible "ánimo espurio" de los testigos y baraja que pudieran haber mentido "por miedo a los verdaderos responsables del viaje". También pone en duda que, de ser criminales, los acusados hubieran permitido que les grabaran y les identificaran.
Los dos fueron finalmente absueltos y, explica su letrada, ya se han podido reunir con sus familiares y conocidos. Al salir de prisión les enviaron el dinero necesario para abandonar el archipiélago y retomaron su viaje hacia Francia.