La Catedral de Mallorca acogerá esta noche la vigilia pascual
El evento conmemora la noche santa de la resurrección y estará presidido por el obispo, Sebastià Taltavull
Redacción | Mallorca, 19 de Abril de 2025 | 16:19h

Este sábado por la noche se celebrará la vigilia pascual a partir de las 22 horas en la Catedral de Mallorca, la parte final del 'triduo pascual' que conmemora la noche santa de la resurrección, presidida por el obispo, Sebastià Taltavull.
Tendrá lugar la tradicional bendición del fuego nuevo y del agua, junto con las lecturas, letanías y la profesión de fe. También se administrarán los sacramentos de iniciación cristiana a los adultos que han completado el itinerario catecumenal y desean ser admitidos en la comunidad cristiana, ha explicado el Obispado.
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La celebración empezará en el exterior de la Catedral, donde se bendecirá el fuego nuevo, de cuyas brasas se encenderá el cirio pascual, símbolo de Cristo resucitado y que quedará encendido durante los cincuenta días de Pascua hasta el domingo de Pentecostés. Este, precederá la entrada en la Catedral de todos los feligreses llevando candelas que irán iluminando la nave, simbolizando el paso de las tinieblas a la luz.
Después de la procesión de entrada, se entonará el 'Pregón pascual', un antiguo himno que alude a la resurrección. Seguirá la 'Liturgia de la Palabra', con la proclamación de siete relatos del 'Antiguo Testamento', intercalados con salmos y cánticos, seguidos de oraciones conclusivas. Con el cántico del 'Gloria' se acaban de encender todas las luces de la Catedral y después del 'Aleluya' se proclama el evangelio según san Lucas que recuerda la resurrección.
La liturgia bautismal es la tercera parte de la Vigilia Pascual. Tiene lugar después de la homilía y representa el momento en que la comunidad cristiana celebra el paso de la muerte a la vida, realizado en el bautismo de los catecúmenos. El obispo bendecirá el agua de la pila bautismal, que será aspergida sobre los fieles después de haber renovado las promesas bautismales, como signo de purificación, renovación espiritual y compromiso cristiano, y la celebración termina con la comunión.