Así es el cónclave paso a paso: el ritual que elige al nuevo papa
El proceso para elegir pontífice mantiene intactas muchas de sus normas históricas pese al paso del tiempo
Redacción | Mallorca, 23 de Abril de 2025 | 15:57h

El proceso para elegir al nuevo pontífice en la Iglesia católica mantiene aún hoy muchas de las normas ceremoniales que lo han caracterizado durante siglos. Aunque se han suavizado ciertos aspectos (como el antiguo ayuno hasta que se produjera la elección), el cónclave continúa siendo una de las tradiciones más solemnes y estrictas del Vaticano.
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PASO A PASO DEL CÓNCLAVE QUE DARÁ LA BIENVENIDA AL NUEVO PAPA
AISLAMIENTO EN LA CASA DE SANTA MARTA
La víspera del inicio del cónclave, los cardenales electores (que en esta ocasión serán 133, tras dos bajas recientes) se trasladan a la Casa de Santa Marta, dentro del Vaticano. Allí celebran una cena en común y, desde ese momento, permanecen completamente incomunicados del mundo exterior.LA MISA 'PRO ELIGENDO PAPA'
A la mañana siguiente, el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, preside en la basílica de San Pedro una misa abierta a todos los fieles: la “pro eligendo Papa”, que marca el inicio oficial del proceso.
PROCESIÓN HACIA LA CAPILLA SIXTINA
Por la tarde, los cardenales se trasladan en procesión solemne hacia la Capilla Sixtina entonando el canto del Veni Creator Spiritus, una invocación al Espíritu Santo para guiar sus decisiones.
EL 'EXTRA OMNES' Y CIERRE DE PUERTAS
Una vez dentro de la Capilla Sixtina, los cardenales prestan juramento y el maestro de las Celebraciones Litúrgicas, Diego Ravelli, proclama el tradicional "Extra omnes" ("todos fuera"). Se cierran entonces las puertas y solo los cardenales electores permanecen en el interior. A continuación, se lleva a cabo una primera votación.
ORACIONES Y RITUAL DIARIO
Cada jornada comienza con una misa y, posteriormente, los cardenales se trasladan nuevamente a la Capilla Sixtina. Allí rezan los laudes a las 9:00 (hora local) y, tras la segunda votación del día, celebran las vísperas antes de retirarse.
EL SISTEMA DE VOTACIÓN
El ritual contempla dos votaciones por la mañana, tras los laudes, y dos por la tarde, a partir de las 16:00 horas. Con los actuales 133 cardenales electores, se requiere una mayoría de dos tercios, es decir, al menos 88 votos, para elegir papa.
El último cardenal diácono designa a tres escrutadores, tres auditores y tres colaboradores. Los Maestros de Ceremonias entregan a cada elector dos o tres papeletas en blanco y luego abandonan la sala. Cada cardenal escribe en secreto, con letra legible, el nombre de su elegido, dobla la papeleta y la deposita en una urna en forma de cáliz. Antes de introducir su voto, cada elector pronuncia el juramento: “Invoco a Cristo el Señor, que me juzgará, por testigo de que mi voto se da a quien, según Dios, creo que debe ser elegido”. Tras el voto, los escrutadores mezclan las papeletas y las pasan a otro cáliz. Verifican el número total y, si es correcto, proceden a leerlas. El primer escrutador abre la papeleta, el segundo repite el nombre y el tercero lo anota, lo perfora con una aguja y lo une con hilo.
El Camarlengo recoge las notas y redacta un acta. Finalmente, todos los documentos se queman, añadiendo productos químicos para generar el característico humo negro o blanco. Este ceremonial, cuidadosamente preservado, garantiza que la elección se lleve a cabo con solemnidad, recogimiento y total confidencialidad, guiados (como manda la tradición) por el Espíritu Santo.
LA 'FUMATA': BLANCA O NEGRA
Tras cada par de votaciones, las papeletas se queman en una estufa especial ubicada dentro de la Capilla Sixtina. El humo resultante sale por una chimenea visible desde la plaza de San Pedro. Si es negro, no hay papa. Si es blanco, la elección se ha producido. El humo puede observarse sobre las 12:00 o las 19:00 (hora local), aunque podría adelantarse si se alcanza una decisión antes.
LAS CAMPANAS DE SAN PEDRO
Junto al humo blanco, se produce otro anuncio inequívoco: suenan las seis campanas de la basílica de San Pedro, en señal de que el nuevo pontífice ha sido elegido.
LA EMOTIVA 'SALA DE LAS LÁGRIMAS'
El nuevo papa se dirige entonces a la sacristía, conocida como la “sala de las lágrimas”. En este espacio se encuentran preparados los hábitos papales en distintas tallas. Es allí donde muchos han dado rienda suelta a la emoción contenida tras ser elegidos.