El curioso pueblo donde todos sus habitantes llevan el mismo apellido
Una comunidad donde la identidad de sus habitantes está marcada por un curioso vínculo histórico
Alicia Romero | Mallorca, 26 de Abril de 2025 | 14:06h

En el noreste de Rumania, en el distrito de Neamt, se encuentra el pintoresco pueblo de Tepeseni, que alberga una peculiaridad sorprendente: casi todos sus habitantes, aproximadamente 300 personas, comparten el mismo apellido, "Tepes". Esta curiosidad tiene profundas raíces históricas y está vinculada a una de las figuras más conocidas de la historia rumana: Vlad Tepes, conocido mundialmente como Vlad el Empalador.
LA HISTORIA DETRÁS DEL APELLIDO TEPES
La tradición local cuenta que, en el siglo XV, Vlad Tepes, un líder de gran influencia en la región, se refugió en las montañas cercanas al pueblo de Tepeseni, posiblemente en el monasterio de Bistrita, donde su madre vivía como monja. Su figura, admirada por los locales, fue tan influyente que los habitantes adoptaron su apellido, formando así una comunidad que, con el tiempo, se distinguiría por compartir el nombre de este emblemático personaje histórico.
Aunque la tradición y la identidad comunitaria han reforzado los lazos sociales en Tepeseni, el hecho de que todos los residentes compartan el mismo apellido ha generado ciertas dificultades en la vida cotidiana. Las tareas administrativas y logísticas se han vuelto más complicadas, ya que se deben diferenciar entre personas que comparten el mismo nombre y apellido. Para resolver esto, los habitantes han recurrido al uso de segundos nombres o apodos en sus documentos de identidad. Es común encontrar nombres como "Tepes Greurus", "Tepes Nica" o "Tepes Bobescu".
LA ADOPCIÓN DE APODOS PARA EVITAR CONFUSIONES
La vida en Tepeseni exige mucha creatividad para evitar malentendidos. Los apodos basados en características personales o profesionales se han convertido en una práctica común. Por ejemplo, un hombre llamado Ion Tepes podría ser conocido como "Ion el Carpintero" o "Ion el Alto", según su oficio o características físicas. Estos apodos permiten que los residentes se identifiquen rápidamente entre ellos y que la vida social y administrativa del pueblo transcurra sin mayores inconvenientes.
Con la digitalización y el creciente uso de bases de datos electrónicas, el desafío de diferenciar a los Tepes ha aumentado. Los números de identificación personal se han vuelto indispensables para evitar confusiones entre los habitantes que comparten el mismo nombre y apellido. En la actualidad, estos números son esenciales para realizar transacciones, inscripciones y registros de cualquier tipo.
A pesar de los obstáculos logísticos que conlleva esta homogeneidad de apellidos, los residentes de Tepeseni han sabido aprovechar su singularidad para fortalecer los lazos comunitarios. La tradición de compartir el apellido Tepes ha servido como un símbolo de identidad colectiva que distingue al pueblo no solo a nivel local, sino también en el contexto global. Este fenómeno refleja como un apellido puede ser mucho más que una simple etiqueta, convirtiéndose en una parte integral de la cultura y el sentido de pertenencia de un grupo.