Agua mineral de muy baja mineralización: beneficios, características y diferencias con otras aguas

El agua mineral de muy baja mineralización es una excelente opción para quienes buscan un agua más pura y ligera

Alicia Romero | Mallorca, 15 de Noviembre de 2024 | 19:30h

El agua mineral de muy baja mineralización es un tipo de agua ampliamente recomendado por profesionales de la salud debido a sus propiedades y su composición química.

Pero, ¿qué significa exactamente que un agua sea de "muy baja mineralización"? ¿En qué se diferencia de otros tipos de aguas minerales? En este artículo, analizamos en detalle sus características, beneficios y las razones por las que su consumo puede ser una elección saludable en determinadas circunstancias.

¿QUÉ ES EL AGUA DE MUY BAJA MINERALIZACIÓN?

El agua mineral se clasifica según su contenido de minerales disueltos, también conocido como residuo seco. Este parámetro se mide en miligramos por litro (mg/l) y representa la cantidad total de minerales presentes en el agua tras su evaporación.

En el caso del agua de muy baja mineralización, el residuo seco es inferior a 50 mg/l, lo que significa que contiene una cantidad extremadamente reducida de sales minerales como calcio, magnesio, sodio y sulfatos.

Esta categoría de agua suele provenir de fuentes naturales, como manantiales de montaña, donde el agua ha pasado por procesos de filtrado natural a través de capas de roca y tierra, eliminando la mayoría de los minerales en su camino.

BENEFICIOS DEL AGUA DE MUY BAJA MINERALIZACIÓN

  1. Ideal para personas con problemas renales: Debido a su bajo contenido de minerales, este tipo de agua es beneficioso para quienes necesitan evitar la acumulación de minerales en su organismo, como las personas propensas a cálculos renales o con insuficiencia renal.
  2. Adecuada para dietas bajas en sodio: Su bajo contenido en sodio (Na) la hace ideal para quienes siguen una dieta hiposódica, especialmente en casos de hipertensión o problemas cardiovasculares.
  3. Facilita la eliminación de toxinas: Su baja concentración de minerales facilita la acción de los riñones, ayudando al cuerpo a eliminar toxinas de manera más eficiente.
  4. Recomendada para bebés y niños pequeños: Es el agua preferida para preparar biberones, ya que su bajo contenido en sales no sobrecarga los riñones de los lactantes, que aún están en desarrollo.
  5. Ligera y fácil de consumir: Muchas personas encuentran que el agua de muy baja mineralización tiene un sabor más neutro y ligero, lo que la hace más agradable de beber en grandes cantidades.

DIFERENCIAS CON OTROS TIPOS DE AGUAS MINERALES

Las aguas minerales se clasifican en función de su mineralización:

  • Muy baja mineralización (<50 mg/l): Como hemos explicado, tiene una cantidad mínima de minerales. Es ideal para usos específicos y para consumo diario en ciertas circunstancias médicas.
  • Baja mineralización (50-500 mg/l): Es la más común en el mercado. Contiene un equilibrio moderado de minerales, siendo adecuada para la mayoría de las personas en su día a día.
  • Mineralización media (500-1500 mg/l): Estas aguas tienen un contenido mineral más elevado, lo que las hace beneficiosas para quienes necesitan reponer minerales, por ejemplo, después de actividades físicas intensas.
  • Alta mineralización (>1500 mg/l): Estas aguas son ricas en sales y suelen recomendarse en casos específicos, como para personas con deficiencia de minerales o para tratamientos médicos concretos. No se aconsejan para consumo habitual, ya que pueden sobrecargar los riñones.

DIFERENCIA PRINCIPAL: EL CONTENIDO MINERAL

La principal diferencia entre el agua de muy baja mineralización y las demás es su escasa concentración de minerales. Esto la hace más adecuada en situaciones donde se requiere una reducción de la ingesta de minerales, pero menos indicada para quienes necesitan reponerlos, como deportistas o personas con sudoración excesiva.

Por ejemplo, un agua rica en magnesio puede ser beneficiosa para prevenir calambres musculares, mientras que un agua con alto contenido en calcio puede fortalecer los huesos. Sin embargo, estas propiedades no son deseables para personas con ciertas condiciones médicas, lo que resalta la importancia de elegir el agua adecuada según las necesidades individuales.

¿CUÁNDO OPTAR POR AGUA DE MUY BAJA MINERALIZACIÓN?

  • En caso de requerimientos médicos específicos, como dietas bajas en sodio o problemas renales.
  • Para preparar alimentos infantiles, ya que evita la sobrecarga de sales en los organismos en desarrollo.
  • Cuando se busca un agua más "ligera" y fácil de consumir en grandes cantidades.

El agua mineral de muy baja mineralización es una excelente opción para quienes buscan un agua más pura y ligera, especialmente en situaciones que requieren un control de la ingesta de minerales.

Sin embargo, su elección debe basarse en las necesidades específicas de cada persona. Mientras que algunas condiciones de salud se benefician de este tipo de agua, otras pueden requerir aguas con mayor contenido mineral.

Por ello, es fundamental conocer las diferencias entre las diversas categorías de aguas minerales y seleccionar la más adecuada para cada caso.

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